









En su serie titulada “Los ruidos del Color”, Ximena Roux se aventura más allá de su característico blanco y negro para capturar los atardeceres en las playas de Villa Gesell con una paleta de colores suavemente saturada. Esta transición al color, aunque añade una vibrante dimensión visual, introduce una complejidad que contrasta con la melancolía serena que define su obra. A través de esta exploración cromática, la artista reflexiona sobre cómo los matices pueden intensificar las emociones, generando un “ruido” que, si bien altera la quietud habitual de sus paisajes, no disminuye su belleza inherente. “Los ruidos del Color” invita al espectador a contemplar la dualidad entre la calma monocromática y la energía del color, revelando nuevas facetas de la interacción entre luz, paisaje y emoción.